¿Cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica?
(Hechos 8.31)
La Respuesta del Etíope es la que muchos cristianos sedientos de Dios dan hoy en nuestro mundo, no hay quien les muestre. Nosotros como hijos amados de Dios, a los que se nos fue dado el Don de la Fe, estamos llamados a mostrar a la Luz que es Cristo, estamos llamados a hacer Vida su Palabra, sólo El tiene Palabras de Vida Eterna. Con mucho ánimo te invito a que con dos textos practiques la Lectio Divina, pero no te olvides que debes pedirle al Espíritu Santo que te inspire, que te regale la sabiduría y el entendimiento para poder ver su grandeza y poder palpar su Palabra...
Para comenzar…
Ten a la mano una Biblia.
Parece elemental, pero no lo es. Hay personas que quieren comenzar con la Lectio y olvidan la Biblia. Pues bien, el texto bíblico es, junto con el libro de tu propia vida, referente esencial en la Lectio Divina, el terreno sobre el cual va a tomar impulso la navegación.
Busca un tiempo que sólo sea para Jesús.
Se trata de un ejercicio de oración. Por eso debemos ser generosas con nuestro tiempo, no seas mezquina, busca el mejor tiempo del día para hacerlo, porque a Dios no se le dan las sobras. Esto mismo vale cuando lo hacemos en grupo o comunidad. La Lectio Divina no tiene una duración predeterminada, esto dependerá de la profundidad con que se quiera hacer. En todo caso, sugerimos que no sea inferior a media hora.
Busca un lugar en dónde te reúnas tranquilamente con Jesús.
Busca y prepara un lugar externo tranquilo. Aún cuando sabemos que todo lugar es apto para la oración (ver Juan 4,23-24) y que la Biblia la podemos leer hasta en un autobús, trata de buscar un espacio que favorezca el recogimiento. Cuando hacemos la Lectio, nuestra misma habitación puede servir, pero primero prepara el ambiente antes de comenzar.
Busca y prepara tu lugar interno y dale tranquilidad. Una vez que comience la Lectio deberás esforzarte por llegar hasta el fin. Por eso es importante que quites todo lo que podrá ser motivo de distracción y resuelve antes tus tareas inmediatas.
Crea un ambiente de silencio.
Para escuchar hay que callar. El silencio es un gran amigo en la Lectio Divina. No es suficiente el silencio externo, también hay que callar el bullicio interior que tanto nos dispersa. Prepara tu interior para gozar la visita del Señor.
Pide el don de la fe.
Pídele al Espíritu Santo que te regale la sabiduría, la inteligencia y el discernimiento para que veas a Jesús Vivo, por medio de su Palabra. La Lectio Divina es una lectura “creyente” de la Escritura porque parte de la convicción de Dios está ahí y quiere que le abramos un espacio en nuestra mente y nuestro corazón para dialogar. Necesitan sentir en su interior la presencia de Dios que ya está con nosotros. También será un sentarnos como discípulos a los pies del Maestro. Todo es por fe. “Aumenta nuestra fe.”
Pídele al Espíritu Santo el pasaje bíblico que te quiera mostrar.
“Ven Espíritu Santo hasta mi con tu presencia, inúndame con tu amor perfecto, haz que mi corazón arda de amor por Dios Padre, por Jesús y María. Dame un corazón de carne, derrama en mi los dones para poder entender y vivir lo que Dios hoy me quiere enseñar.” Amén.
El Señor nos va a hablar, hay que dejar que nos diga lo que él quiere o necesita, no lo que nosotros queremos oír.
"LA LECTIO DIVINA ES UNA MANERA DE CONVERSAR CON DIOS"
Puedes comenzar de la siguiente manera:
-Lectura...
¿Qué dice el texto?
Lee el texto de manera atenta y respetuosa.
Descubre el mensaje de fe
-Meditación…
¿Qué me dice el texto?
Ponte de frente al espejo de su Palabra.
Aplica a tu vida la Palabra.
-Oración…
¿Qué le quiero decir al Señor?
Puedes hablarle, cantarle, alabar su Santo Nombre o pedir.
-Contemplación…
Mira a Dios Papá que te ama como a la niña de sus ojos.
Mira y admira su creación.
Escucha que te dice, que es lo que nace en tu corazón.
Mira a Cristo a sus ojos, siente su Presencia viva a tu lado.
Compromiso…
¿Qué camino de vida me invita a tomar?
A qué me compromete el Señor, alomejor mi vida necesita de Cristo como centro y luz…alomejor necesito reconocerlo como Mi Señor, o tal vez no lo tengo en el lugar de mi corazón que se merece.
Comienza con la primera Lectio Divina… Y NO TE OLVIDES
"El Espíritu Santo es El Amor de Dios"
Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?'. Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido. Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré. Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio. El pecado está en no haber creído en mí. La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán. Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado.
(San Juan 16, 5-11)
Para poder escudriñar las Escrituras, es decir, para poder leer y entender lo que Dios amorosa nos dice en su Palabra, debemos obligatoriamente hay que tener presente en nuestra oración a la persona del Espíritu Santo.
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